sábado, 22 de mayo de 2010

PUBLICIDAD Y CONTROL DE MASAS


Actualmente, en el mundo en que vivimos hoy día, no podemos salir a la calle y dar dos pasos sin encontrar a nuestro alrededor anuncios publicitarios que nos incitan a consumir. No hacemos más que encontrarnos con enormes carteleras que nos venden unas zapatillas, un coche o un perfume, o casos que no son tan explícitos, como en programas de televisión , en donde grandes multinacionales pagan sumas multimillonarias para aparecer unos segundos en pantalla y llevar su publicidad hasta el mismo salón de nuestras casas. El caso es este, que la publicidad está en todas partes, en todos o casi todos los momentos de nuestras vidas, y ya no sólo nos hace tener la imperiosa necesidad de adquirir un producto determinado, sino que ha llegado a un punto en el que si no adquirimos dicho producto, puede llegar a provocarnos un sentimiento de inferioridad o malestar.

Con este fin se creó la publicidad, para dar una mayor salida a los productos y para que la persona que los adquiera pueda sentirse identificada, ya que los emisores de esta publicidad la emplean como uno de sus medios para imponer valores a la inmensa mayoría. Por eso, con la publicidad se trata de mantener las cosas como están, perpetuar los valores de esta sociedad, ya que así se otorga estabilidad al sistema. Si esto no ocurriera, se estaría favoreciendo a la evolución y al cambio, algo que podría ser nefasto para las grandes multinacionales y el conjunto del régimen establecido. Así funciona el mundo, las empresas tratan de buscar parcelas de la producción que todavía no han sido desarrolladas para poder conseguir un liderazgo momentáneo en el mercado mediante la creación de nuevos productos que cubran las necesidades de la gente, o simplemente sacar a la venta nuevos productos que son totalmente innecesarios, pero que nos hacen creer que los necesitamos.

Pero respecto a esto, no sólo hay que hacer una crítica a la importancia que lo material ha llegado a tener en la vida de las personas, llegando, en muchísimos casos, a convertirse en el centro de su vida y a ser considerado por éstas como una fuente de felicidad, sino que hay que ir un poco más allá y darse cuenta de todo lo que esto conlleva, ya que la publicidad simplemente es una técnica más de las multinacionales para favorecer al desarrollo del capitalismo. Detrás de todo esto, se encuentra la mala distribución de la riqueza y la explotación del hombre por el hombre, consecuencias claras de este sistema. Como alternativa a esto, vemos necesaria la organización de las personas mediante la acción directa para poder decidir realmente sobre lo que se produce y acabar con las enormes desigualdades que genera este sistema.



Extraido de la publicación "Palabras contra el viento" del Grupo Anarquista RAICES

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