Llevamos ya dos años escuchando y viviendo los efectos de la crisis. Dos años en los que el paro ha ascendido hasta más de 4.600.000 de parados en el estado y 22.400 sólo en Guadalajara, lo que supone un 18´21%. 602.000 nuevos despidos en el primer trimestre del año. Más de 1.300.000 familias sin ingresos. Hay algo bastante claro: que sobran motivos para estar cabreados. Es comprensible que a la gente le pueda infundir respeto el salir a la calle y luchar contra lo que le está consumiendo, pero hay que llegar a una conclusión: las cosas no se arreglan mirando la tele y esperando a que terceras personas “arreglen” lo que han jodido, hay que tomar parte en el asunto y comenzar a ser dueños de nuestras vidas.
Durante estos dos años de sufrimiento para muchos, los políticos, empresarios y burócratas sindicales no han sufrido la crisis, ya que tienen sus excesivos ingresos asegurados, incomparables con los del resto de las personas. Las únicas soluciones que proponen sirven para que sigan manteniendo ese estatus, eso sí, a costa de todos nosotros. El ejemplo más claro de recortes para los trabajadores lo tenemos en las últimas medidas anunciadas: un descenso del 5% en el sueldo de los funcionarios, se elimina el cheque bebé, endurecimiento de las características necesarias para la jubilación, congelación de las pensiones... por no nombrar la nueva reforma laboral que acabarán imponiendo con nuevas condiciones más “flexibles” aún para los empresarios que nos explotan o mandan al paro.
No debemos entender todos estos ataques a los trabajadores como errores desafortunados, casuales, o producto de una mala gestión dentro del actual estado de cosas. En estos dos años el capitalismo y sus gestores (estado, partidos políticos, burocracias sindicales…) han vuelto a demostrar más que nunca que la realidad la rigen unos pocos “privilegiados”, que viven a costa de la explotación del resto del planeta, tratando a los demás como meras máquinas de producción/consumo sin tener en cuenta su opinión ni necesidades reales. Es por ello que mientras la capacidad de esté concentrada en unas pocas élites o instituciones, el empeoramiento de las condiciones generales de vida continuará además de no tener ningún control real sobre nuestro futuro.
Han sido dos años en los que sorprendentemente los trabajadores hemos estado completamente desmovilizados, no hay más que ver las movilizaciones del 1º de mayo a la que en Guadalajara incluso acudió menos gente que otros años; sin embargo, en otras partes del mundo (Alemania, Grecia, Argentina, Chile, Honduras,… ) los trabajadores sí se están organizando y plantando cara a las agresiones del estado y el capital. Tenemos que tomar ejemplo y darnos cuenta de que nadie nos va a regalar nada, no podemos esperar a que se solucionen las cosas por sí solas o a que otro las solucione por nosotros (políticos, representantes sindicales… gentuza que sólo mira por sus intereses sin tener en cuenta a los verdaderos afectados).
Es el momento de empezar a organizarnos, para demostrar que no vamos a seguir tragando y que vamos a plantar cara a este sistema insostenible e incoherente. Nosotros mismos, los afectados, somos los únicos capaces de parar esta maquinaria que nos perjudica a todos y la única alternativa posible está basada en: autogestión, asamblearismo, igualdad y apoyo mutuo.
El problema nos concierne a todos y por eso debemos solucionarlo todos.
HAY QUE SEÑALAR A LOS VERDADEROS CULPABLES
LA MIERDA NOS LLEGA HASTA EL CUELLO:
¡¡HUELGA GENERAL YA!!
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